Opinión: El destino de los buitres y los elefantes van de la mano

El Día Mundial para la Naturaleza, que por tercera vez se celebra el 3 de marzo - este año bajo el lema 'El futuro de la vida silvestre está en nuestras manos' - se centra en la trágica situación de los elefantes africanos y asiáticos, que están siendo sacrificados a millares para recabar sus colmillos a fin de abastecer el comercio de marfil. Sin embargo, otras especies, tales como los buitres, están experimentando también graves reducciones causadas por la intervención humana.

La delincuencia organizada es a menudo la mente del comercio ilegal de marfil. El drama de que los elefantes puedan extinguirse no les causa ningún remordimiento de conciencia. Y pobre del que se interponga en su camino; los cazadores furtivos están a menudo mejor equipados que los guardaparques que se les oponen.

Lamentablemente, no son solo los elefantes que están siendo arrastrados al borde de la extinción; también los buitres están experimentando reducciones catastróficas. En África, el envenenamiento se ha convertido en una grave preocupación, y se han identificado tres causas principales, la tercera de las cuales está estrechamente vinculada al creciente aumento de la caza furtiva de elefantes y rinocerontes y se refiere a la función que desempeñan las aves como "centinelas" que ayudan a las autoridades a localizar las escenas del crimen.

En primer lugar, los agricultores, para proteger a su ganado (y a sí mismos) de las hienas y los leones, preparan cebos mezclados con plaguicidas agrícolas fácilmente disponibles, y los buitres, que solo en raras ocasiones son las víctimas a las que se destinan, terminan también siendo envenenadas.

En segundo lugar, según las creencias tradicionales africanas y el muthi (medicina tradicional sudafricana), los productos de buitre son objeto de gran demanda, para curar dolores de cabeza, mejorar el éxito en los negocios, el juego y los exámenes y conferir poderes de clarividencia. También la educación tiene una función que desempeñar, pero persuadir a las personas a abandonar las tradiciones constituirá un desafío en África como lo ha sido en Asia. Cuatro de cinco sudafricanos utilizan las medicinas tradicionales en alguna forma, y la razón es en parte económica, debido a que los productos farmacéuticos convencionales son demasiado costosos.

La tercera causa es un fenómeno que anteriormente solo se ha notificado ocasionalmente, pero que ahora preocupa cada vez más a los conservacionistas: se ataca deliberadamente a los buitres, porque su vuelo en círculo por encima de los animales muertos permite a las autoridades detectar dónde están actuando los cazadores furtivos. Entre 2012 y 2014 se mataron más de 2.000 buitres en siete países africanos en relación con once casos de caza furtiva para la obtención de marfil.

Estos casos en los que los buitres han sido objeto de caza directa, porque atraen la atención sobre las actividades de caza furtiva y ayudan a los guardianes a localizar y perseguir a los delincuentes constituyen el factor principal que contribuye a incrementar las muertes de estas aves por envenenamiento. Desde 1970, tres quintas partes de todas las muertes de buitres registradas se han atribuido al envenenamiento; un tercio de ellas se ha relacionado con la caza furtiva, la mayoría de ellas ocurridas a partir de 2012.

Por lo que respecta a los agricultores, los propios venenos suelen ser legales, pero se ignoran las restricciones sobre su uso. Los productos son poco costosos, eficaces y fácilmente disponibles, y el deseo de proteger el ganado es legítimo. Lo que los agricultores necesitan entender es el valor de los servicios ecosistémicos que proporcionan los buitres al consumir carne en descomposición y evitar la propagación de enfermedades – que ponen en peligro al ganado y a las personas por igual – con consecuencias potencialmente graves para la salud y las finanzas.

Es abrumadorala evidencia de que los buitres se enfrentan con una crisis tan urgente como la de los elefantes. Sobre la base de los datos recientes, se revisó, elevándolas a un mayor nivel de gravedad, la clasificación de muchas especies de buitres africanos que figuran en la Lista Roja de la UICN, para reflejar el deterioro de su estado de conservación.

Esta nueva clasificación llevó a los países que han firmado el acuerdo sobre las aves de presa en el marco de la Convención sobre las especies migratorias a añadir más especies de buitres a su lista de aves que han de protegerse. Acordaron también elaborar un plan de acción internacional de múltiples especies para establecer una amplia gama de políticas coordinadas para asegurar la supervivencia de los buitres.

Algunos podrían considerar los buitres menos atractivos que otros animales, pero las políticas de conservación no se deciden como si fueran un concurso de belleza; las decisiones se basan en conocimientos científicos sólidos y miran a mantener los ecosistemas en equilibrio. Los buitres son demasiado valiosos para nosotros para que caigan víctimas de cazadores furtivos, que son indiferentes a los daños que están provocando a la fauna silvestre y a los seres humanos. El futuro de la fauna silvestre está efectivamente en nuestras manos y el destino de los buitres está actualmente estrechamente vinculado al de los elefantes, y todos merecen ser salvados.

Por Bradnee Chambers

 

Last updated on 01 July 2016